lunes, 21 de septiembre de 2009

COMO EL LAPIZ

Todos conocemos los lápices, son largos y con un pequeño borrador,
cabe recalcar que "siempre" el borrador es mucho menor que el lápiz.
Las personas somos como los lápices, pues a pesar de que nos
equivocamos, es más lo que escribimos correctamente que los errores
que cometemos.
Esto nos lleva a entender que muchas veces creemos que nuestra vida
no vale, o que nacimos para tener problemas, dificultades o
simplemente para ser perdedores. Las depresiones vienen cuando
pensamos que es más lo malo que lo bueno en nuestras vidas, sin
embargo, es más lo bueno que hay en nosotros que aquello que amerite
llamarse "error".
¡Adelante!, no te detengas por un pequeño error; borra tus errores,
escribe encima y continúa, pues Dios te ha dado "mucho lápiz" ya que
Él conoce tus habilidades, y cree en las cosas buenas que puedes
hacer.
Tienes muchas cosas buenas que escribir, y si te detienes para pensar
en lo poco que has tenido que borrar dejarás de escribir tu parte en
el libro de la historia, en el cual Dios te ha permitido ser "co-autor
(a)".
¿No te gustaría aprovechar esa maravillosa oportunidad?.
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Leyenda árabe sobre la amistad



Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto. En un
determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al
otro. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.
El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo
salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en
una piedra: HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA.
Intrigado, el amigo preguntó:
¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora
escribes en una piedra?.
Sonriendo, el otro amigo respondió:
Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde
el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y
apagarlo; por otro lado, cuando nos pase algo grandioso, deberemos
grabarlo en la piedra de la memoria del corazón… dónde ningún
viento en todo el mundo podrá borrarlo.
"Se necesita sólo de un minuto para que te fijes en alguien, una hora
para que te guste, un día para quererlo(a), pero se necesita de toda
una vida para que lo(la) puedas olvidar".
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