sábado, 23 de mayo de 2009

22 DE MAYO


Yo Soy el Ángel de los Susurros.

Hoy quiero acompañarte y estar a tu lado para trasmitirte mi luz de amor, mi fulgor de vida y mi emanación de paz. Ven… entra en mi aura… cúbrete con mi manto celestial. Siéntate en mi regazo y apoya tu cabeza en mi corazón.

Cierra los ojos y aspira… profundamente. Ahora pon atención a tus sentimientos… ¿Sientes apoyo con mi presencia?… ¿confianza? y ¿seguridad? ¿Percibes mis mensajes?… Te estoy enviando mi luz angelical… porque quiero que captes mis susurros. Son expresiones sinceras… naturales. Estoy activando tus sentidos internos, al transmitirte lo que siento por ti: amor puro e incondicional.

Hoy durante el día, te estaré enviando mensajes de comprensión, de tolerancia. También te enviaré deseos de ayudarte, de cuidarte y de traer a tu vida lo mejor. Trata de escucharlos… siempre, siempre serán expresiones de amor. Nunca sientas temor con nuestra presencia angelical… porque nuestros susurros servirán para conducirte hacia tu hogar celestial… Jamás te daremos una indicación que no sea de bondad… de amor… de desarrollo espiritual.

Confía plenamente en mí y en todo el reino angelical. Ahora, sigue descansando en mi pecho… escuchando mis susurros… mientras te llevo a disfrutar de este maravilloso día que los ángeles han preparado para ti…

Photobucket

SANTA RITA DE CASIA (oraciones y novenas)







SANTA RITA DE CASIA
1386-1457

• Agustina
• Festividad: 22 de mayo
• Fecha canonización: 24 de mayo de 1900
• Nacionalidad: italiana
• Patrona: víctimas de abusos, personas en soledad, contra la esterilidad, enfermedades del cuerpo, causas desesperadas y perdidas, matrimonios con dificultades, infertilidad, viudas, padres.

Patrona de los imposibles. Año 1457.

SANTA RITA DE CASCIA 1381-1457


Umbría es tierra de santos. Parece predestinada esta verde y encantadora región de Italia a dar estos frutos al mundo: Benito, Escolástica, Francisco de Asís, Clara, Inés, Ángela.....
Hoy os contaré la historia de la que es invocada como la santa de los imposibles.
Hija obediente, doncella, esposa fiel, esposa maltratada, madre, viuda, religiosa, estigmatizada y santa incorrupta, Rita, pasó por todos los estados de vida.
Vino al mundo al estallar la primavera, un día del mes de mayo de 1381. La casa natal de Rita está cerca del pueblito de Cascia, entre las montañas, a unas 40 millas de Asís, en esta región del centro de Italia.
Fueron sus padres Antonio Mancini y Amata Ferri a los que se conocía como los "Pacificadores de Jesucristo", pues eran llamados para apaciguar riñas entre vecinos. Ellos no necesitaban discursos poderosos ni discusiones diplomáticas, solo necesitaban el Santo Nombre de Jesús, su perdón hacia los que lo crucificaron y la paz que trajo al corazón del hombre. Sabían que solo así se pueden apaciguar las almas.
Hay un hecho milagroso que narran las crónicas sobre la recién nacida
Parecía que desde los primeros momentos de su vida Dios tenía designios especiales para Rita. Según una tradición, mientras la pequeña dormía en una cesta, abejas blancas se agrupaban sobre su boca, depositando en ella la dulce miel sin hacerle ningún daño. Uno de los campesinos, viendo lo que ocurría trató de dispersar las abejas con su brazo herido. Su brazo se sano inmediatamente.
Doscientos años después de la muerte de Rita, algo extraño ocurrió en el monasterio de las Agustinas de Cascia. Las abejas blancas surgían de las paredes durante Semana Santa de cada año y permanecían hasta la fiesta de Santa Rita, el 22 de Mayo, cuando retornaban a la inactividad hasta la Semana Santa del próximo año. El Papa Urbano VIII, sabiendo lo de las misteriosas abejas pidió que una de ellas le fuera llevada a Roma. Después de un cuidadoso examen, le ató un hilo de seda y la dejó libre. Esta se descubrió mas tarde en su nido en el monasterio de Cascia, a 138 kilómetros de distancia. Los huecos en la pared, donde las abejas tradicionalmente permanecen hasta el siguiente año, pueden ser vistos claramente por los peregrinos que llegan hoy al Monasterio.
¿Imaginación de los devotos, leyenda, verdad? Yo me limito a narraros lo que se ha contado a través de los siglos
Sus padres, sin haber aprendido a leer o escribir, enseñaron a Rita desde niña todo acerca de Jesús, la Virgen María y los más conocidos santos.
Llegada la edad de escoger estado, Rita manifestó su inclinación hacia la vida religiosa, pero sus padres, Antonio y Amata, avanzados ya en edad, escogieron para ella un esposo, Paolo Ferdinando, lo cual no fue una decisión muy sabia. Pero Rita obedeció. Quiso Dios así darnos en ella el ejemplo de una admirable esposa, llena de virtud, aún en las más difíciles circunstancias.
Su esposo demostró ser bebedor, mujeriego y abusador. Rita le fue fiel durante toda su vida de casada. Encontró su fortaleza en Jesucristo, en una vida de oración, sufrimiento y silencio. Tuvieron dos gemelos, quienes heredaron el temperamento del padre. Rita se percató de esto y velaba y oraba por ellos.
Después de veinte años de matrimonio, y de oración por parte de Rita, el esposo se convirtió, le pidió perdón y le prometió cambiar su forma de ser. Rita perdona y el deja su antigua vida de pecado y pasaba el tiempo con Rita en los caminos de Dios. Pero lamentablemente esto no duró mucho. Paolo se había reformado, pero no así sus antiguos amigos y enemigos. Una noche, el hombre no llega a la casa. Antes de su conversión esto no hubiera sido extraño, pero en el Paolo reformado esto no era normal. Rita sabía que algo había ocurrido. Al día siguiente, lo encontraron asesinado. Una venganza se había perpetrado.
Grande fue la pena de Rita, aumentada cuando sus dos hijos, que ya eran mayores, juraron vengar la muerte de su padre. Las súplicas no lograban disuadirlos. Entonces que Rita, en un acto heroico, comprendiendo que mas vale salvar el alma que vivir mucho tiempo, rogó al Señor que salvara las almas de sus dos hijos y que tomara sus vidas antes de que se perdieran para la eternidad por vengar la muerte de su padre con un crimen. El Señor respondió a sus oraciones. Ambos enfermaron de unas fiebres extrañas que les llevaron a la tumba. Durante el tiempo de enfermedad, la madre les habló dulcemente del amor y el perdón. Antes de morir lograron perdonar a los asesinos de su padre. Rita, en su dolor, tuvo el consuelo de estar convencida de que ellos estaban con su padre en el cielo.
Al quedar sola no se deja vencer por la tristeza y el sufrimiento. Rita, ferviente devota de San Agustín y de Santa Mónica, pidió ingresar en el monasterio de las Agustinas, más recibió una firme negativa, ya que no aceptaban viudas. Ella se volvió de nuevo a Jesús en oración. Ocurrió entonces un milagro. Una noche, mientras Rita dormía profundamente, oyó que la llamaban ¡Rita, Rita, Rita! esto ocurrió tres veces, a la tercera vez Rita abrió la puerta y allí estaban San Agustín, San Nicolás de Tolentino y San Juan el Bautista del cual ella había sido devota desde muy niña. Ellos le pidieron que los siguieran. Después de correr por las calles de Roccaporena, en el pico del Scoglio, donde Rita siempre iba a orar sintió que la subían en el aire y la empujaban suavemente hacia Cascia. Se encontró arriba del Monasterio de Santa María Magdalena en Cascia. Entonces cayó en éxtasis. Cuando salió del éxtasis se encontró dentro del Monasterio. Por la mañana, las religiosas la encontraron sentada en el jardín del claustro. Ante aquel hecho no pudieron ya negarle entrada. Es admitida y hace la profesión ese mismo año de 1417, y allí pasa 40 años de consagración a Dios.
Durante su primer año, Rita fue puesta a prueba por sus superioras.
Cierto día, se le ordenó como acto de obediencia, regar cada día una planta muerta. Rita lo hizo prestamente y de buena manera. Una mañana, la planta habíase convertido en una floreciente vid y dio uvas que fueron usadas para preparar el vino sacramental. Hasta el día de hoy, la vid sigue dando frutos.
Rita meditaba muchas horas en la Pasión de Cristo, meditaba en los insultos, los rechazos, las ingratitudes que sufrió en su camino al Calvario
Durante la Cuaresma del año 1443 fue a Cascia un predicador llamado Santiago de Monte Brandone, quién dio un sermón sobre la Pasión de Nuestro Señor. Tocaron tanto a Rita sus palabras que pidió fervientemente al Señor ser participe de sus sufrimientos en la Cruz. Recibió los estigmas y las marcas de la Corona de Espinas en su cabeza. A la mayoría de los santos que han recibido este don este don exuden una fragancia celestial. Las llagas de Santa Rita, sin embargo exudaban un olor espantoso, por lo que debía alejarse de la gente.
Vivió sola durante quince años, alejada de la Comunidad. Más su sufrimiento tuvo una tregua cuando quiso ir a Roma para el primer Año Santo. El estigma de su cabeza desapareció durante el tiempo que duró la peregrinación. Tan pronto como llegó de nuevo a casa volvió a aparecer, debiendo aislarse de nuevo.
En su vida tuvo muchas llamadas pero ante todo fue una madre tanto física como espiritualmente. Cuando estaba en el lecho de muerte, le pidió al Señor que le diera una señal para saber que sus hijos estaban en el cielo. En pleno invierno recibió una rosa del jardín cerca de su casa en Roccaporena. Pidió una segunda señal, recibió un higo del jardín de su casa en Roccaporena, cuando todavía arreciaba el rigor invernal.
Los últimos años de su vida fueron de expiación. Una enfermedad grave y dolorosa la tuvo inmóvil sobre su humilde cama de paja durante cuatro años. Ella observó como su cuerpo se consumía con paz y confianza en Dios.
Durante la enfermedad, a petición suya, le presentaron algunas rosas que habían brotado de manera prodigiosa en el frío invierno en su huertecito de Roccaporena. Ella las aceptó sonriente como don de Dios.
Rita recorrió el camino de la perfección, la vía purgativa, la iluminativa y unitiva. Conoció el sufrimiento y en todo creció en caridad y confianza en Dios. El crucifijo fue su mejor maestro. Al morir la celda se ilumina y las campanas tañen solas por el gozo de un alma que entra al cielo.
Entregó su alma al Señor en 1457. Instantáneamente, la herida del estigma desapareció y en lugar apareció una mancha roja como un rubí, la cual tenía una deliciosa fragancia. Debía haber sido velada en el coro, pero debido a la inmensa muchedumbre que acudió se necesitó la iglesia. Permaneció allí y la fragancia nunca dejó de impregnar el recinto.. El ataúd de madera que tenía originalmente fue reemplazado por uno de cristal y ha estado expuesta para veneración de los fieles desde entonces. Multitudes todavía acuden en peregrinación a honrar a la santa y pedir su intercesión ante su cuerpo que permanece incorrupto.
León XIII la canonizó en 1900.
¿El mérito de Rita? No fue santa por las abejas que revolotearon sobre su cuna, ni por su misteriosa entrada en el monasterio, ni por que florecieron rosas en pleno invierno, sino por haber vivido los consejos evangélicos intensamente en cada momento de su vida. Ante la desgracia, pudo haber maldecido, renegado, desesperado, pero con una fe a toda prueba, siguió adelante, aceptó los caminos inexplicablemente dolorosos por los que era llevada y se entregó por completo con amor y confianza ilimitada en las manos de Dios.



ORACIÓN PARA PEDIR UN FAVOR

Santa de lo Imposible. Oh Santa Patrona de los necesitados, Santa Rita, cuyas plegarias ante el Divino Señor son casi irresistibles, quien por la generosidad en otorgar favores has sido llamada Mediadora de los sin esperanza e incluso de lo Imposible; Santa Rita, tan humilde, tan pura, tan mortificada, tan paciente y de tan compadecido amor por Jesús Crucificado que podrías obtener de El cualquier cosa que le pidas. A cuenta de esto recurrimos confiados a ti, esperando, si no siempre alivio, al menos consuelo. Se favorable a nuestra petición, mostrando el poder de Dios a nombre de este/a suplicante, se generosa con nosotros, como lo has sido en tantos casos maravillosos, para la mas grande gloria de Dios, por la divulgación de tu propia devoción, y por el consuelo de aquellos que confían en ti. Prometemos, si nuestra petición es concedida, glorificar tu nombre, informando del favor concedido, para bendecir y cantar tus alabanzas por siempre. Confiando entonces en los méritos y poder ante el Sagrado Corazón de Jesús, te rogamos:

(Mencione ahora su petición)

Obten para nosotros nuestra petición:

Por los singulares méritos de tu infancia,
Por la perfecta unión con la Divina Voluntad,
Por los heroicos sufrimientos durante tu vida de casada,
Por el consuelo que experimentaste con la conversión de tu esposo,
Por el sacrificio de tus niños antes de verlos ofender gravemente a Dios,
Por tu milagrosa entrada al Convento,
Por las austeras penitencias y las sangrientas ofrendas tres veces al día.
Por el sufrimiento causado por la herida que recibiste con la espina del Salvador Crucificado;
Por el amor divino que consumió tu Corazón,
Por la notable devoción al Sagrado Sacramento, con el cual exististe por cuatro años,
Por la felicidad con la cual partiste de tus pruebas para reunirte con el Divino Esposo,
Por el ejemplo perfecto que diste a la gente de cada estado de vida.
Santa de lo Imposible

Oremos

Oh Dios, Quien en tu infinita ternura has sido bondadoso para escuchar la plegaria de Tu sierva, Santa Rita, y otorgas a su suplica lo que es imposible a la vista, conocimiento y esfuerzos, en recompensa de su compadecido amor y firme confianza en Tu promesa, ten piedad en nuestra adversidad y socorrenos en nuestras calamidades, que el no creyente pueda saber que Tu eres la recompensa del humilde, la defensa de los sin esperanza, y la fuerza de aquellos que confían en Ti, a través de Jesucristo, nuestro Señor. Amen



ORACIÓN PARA LOS CASOS DESESPERADOS

Oh poderosa Santa Rita, llamada Abogada de los casos desesperados, socorredora en la última esperanza, refugio y salvación en el dolor, que conduce al abismo del delito y de la desesperación: con toda la confianza en tu celestial poder, recurro a ti en el caso difícil e imprevisto que oprime dolorosamente mi corazón.
Dime, oh Santa Rita, ¿no me vas a ayudar tu?, ¿no me vas a consolar? ¿Vas a alejar tu mirada y tu piedad de mi corazón, tan sumamente atribulado? ¡Tú también sabes lo que es el martirio del corazón, tan sumamente atribulado! Por las atroces penas, por las amargas lágrimas que santamente derramaste, ven en mi ayuda. Habla, ruega, intercede por mí, que no me atrevo a hacerlo, al Corazón de Dios, Padre de misericordia y fuente de toda consolación, y consígueme la gracia que deseo (indíquese aquí la gracia deseada). Presentada es seguro que me escuchará: y yo me valdré de este favor para mejorar mi vida y mis costumbres, para cantar en la tierra y en el cielo las misericordias divinas.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ORACIÓN

Oh Dios omnipotente, que te dignaste conceder a Santa Rita tanta gracia, que amase a sus enemigos y llevase impresa en su corazón y en su frente la señal de tu pasión, y fuese ejemplo digno de ser imitado en los diferentes estados de la vida cristiana. Concédenos, por su intercesión, cumplir fielmente las obligaciones de nuestro propio estado para que un día podamos vivir felices con ella en tu reino. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.



ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Por la señal..

Acto de contrición.
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, en quién creo y a quien amo sobre todas las cosas, pésame de todo corazón de haberos ofendido con tantas y tan repetidas culpas, porque sois infinitamente bueno y dignísimo de ser amado. Suene ya en mi alma el eco de vuestra voz dulcísima y todopoderosa, para que despierte del sueño de muerte en que la entretienen las nonadas y bagatelas de este mundo. Mucho os he ofendido, amorosísimo Padre mío; haced, pues, que me arrepienta y llore mis pasados yerros a fin de que merezca amaros y alabaros en el Cielo. Amén.
Rezar a continuación la oración del día que corresponda:



ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
V. Ruega por nosotros, Santa Rita.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

ORACIÓN

Dios, que te dignaste dar tanta gracia a Santa Rita que amase a los enemigos y llevase en la frente y en el corazón las señales de tu caridad y pasión, te rogamos nos concedas que del mismo modo perdonemos a nuestros enemigos y contemplemos los dolores de tu pasión, para que consigamos los premios prometidos a los mansos y a los que lloran. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

DÍA PRIMERO

Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.

ORACIÓN

Delante de vos, ¡oh gloriosa abogada Santa Rita!, mi alma siente hoy la necesidad de invocaros, y con grande esperanza recurre a vuestro refugio como patrocinadora de los casos más desesperados. Vos, que, además, tan bien habéis entendido la expresión evangélica en que «serán bienaventurados los pobres porque de ellos es el reino de los cielos», y que os despojasteis de todas las cosas de este mundo, desprended mi corazón del afecto a los bienes de esta tierra que le aprisionan, y haced que incesantemente y con firmeza de propósito reflexione las palabras del Divino Maestro, que dicen: «¿Qué servirá al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma?»
MÁXIMA
El desprendimiento de los bienes de la tierra, o sea la pobreza evangélica, es una gran riqueza para el cielo y un tesoro preciosísimo que nadie nos podrá quitar. (San Juan Crisóstomo.)

PROPOSITO

Haré, mediante la protección de Santa Rita, por romper los lazos que tienen ligado mi afecto a las vanidades de este mundo.
Terminar con 3 Padrenuestros, Avemaría, Gloria y la oración final de todos los días.
__________


DÍA SEGUNDO

Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.

ORACIÓN

No basta, gloriosísima Santa Rita, protectora mía, que yo camine por la senda del bien si en él no soy perseverante. Vos, pues, que fuisteis modelo de cristiana constancia en practicar la virtud, alcanzadme fuerza para que adelante más y más en la senda de las santas costumbres en que, con la gracia de Dios, intento ocuparme, procurando copiar en mi vida la del justo, que semejante a la aurora crece hasta el perfecto día a fin de que quede bien impresa en mi alma la sentencia del Divino Maestro, que dice: «El que perseverare hasta el fin, será salvo.»
MÁXIMA
En el camino de la salvación todos debemos correr sin volver atrás hasta que lleguemos al término y mantener siempre vivo el deseo de correr más. (San Agustín.)
PROPÓSITO
Suplicaré siempre al Señor, muy especialmente en la Sagrada Comunión, el don de la perseverancia final.
Terminar con 3 Padrenuestros, Avemaría, Gloria y la oración final de todos los días.
__________



DÍA TERCERO
Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.

ORACIÓN

Aunque conozco bien, ¡oh gloriosísima Protectora mía Santa Rita!, que me es necesario despreciar los insultos y burlas de los impíos, que con toda astucia procuran llevarme por los caminos de su malicia, no obstante, es tan grande mi fragilidad, que al instante me asusta ese temor vano. Venid, pues, en mi ayuda, Santa bendita, con vuestro patrocinio, para que sepa imitaros en vuestro desprecio a los que se burlan de la doctrina de Jesucristo, y pueda libremente decir con San Pablo: «Yo no me avergüenzo del Evangelio.» De este modo nada será capaz de separarme del servicio de Dios.
MÁXIMA
De nada sirve la amistad de los hombres, y nunca debemos complacerles con ofensa de Dios. (San Agustín.)
PROPÓSITO
Cuando me hallare en medio de los que se burlan de las enseñanzas de la Iglesia hablaré con entero valor por sostener la 'verdad.

Terminar con 3 Padrenuestros, Avemaría, Gloria y la oración final de todos los días.

NOVENA BREVE

Devotamente postrados ante la presencia de Dios, y, a ser posible, ante una imagen de la Santa, se rezarán las siguientes oraciones durante nueve días consecutivos.

Por la señal...

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa, Señor, de haberos ofendido, y propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Por vuestro amor, y porque así lo queréis y me lo mandáis, perdono de todo corazón a quien me hubiera agraviado. Confío en vuestra bondad y misericordia infinita me perdonaréis y recibiréis en vuestra amistad, por los méritos de vuestra pasión y muerte, y me daréis gracia para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Oh Dios de infinita misericordia, que, disponiéndolo todo con admirable providencia, has puesto en tu Iglesia a los Santos para que fuesen modelo constante de todas las virtudes cristianas; y que, llevándolos a la gloria, los habéis constituido en abogados y protectores nuestros: escuchad propicio los ruegos de tu sierva Rita, colocada en el mundo como ejemplar digno de ser imitado en los diferentes estados de la vida cristiana, y concédenos por sus méritos e intercesi6n que, mediante el auxilio de tu divina gracia, podamos cada uno cumplir fielmente con las obligaciones de nuestro estado, para que nos hagamos dignos de obtener por su mediación lo que confiados pedimos en esta Novena, si ha de ser para gloria vuestra y bien de nuestras almas. Amén.
Rezar cuatro Padrenuestros, Avemarías y Glorias, en obsequio de los cuatro estados de vida, santificados por Santa Rita:
1) Santa Rita, niña santa y doncella inmaculada; ruega por nosotros.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
2) Santa Rita, esposa ejemplar y madre abnegada; ruega por nosotros.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
3) Santa Rita, viuda irreprensible y modelo de virtudes; ruega por nosotros.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
4) Santa Rita, esposa de Cristo y observante religiosa; ruega por nosotros.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Pídase ahora a Dios, con toda fe y confianza, por intercesión de Santa Rita, la gracia que se desea alcanzar con esta Novena.
V. Señalaste, Señor, a tu sierva Santa Rita.
R. Con el sello de tu caridad y Pasión.

ORACIÓN FINAL

Oh Dios omnipotente, que te dignaste conceder a Santa Rita tanta gracia, a fin de que amase a sus enemigos y llevase impresa en su corazón y en su frente la señal de tu Pasión; te suplicamos, Señor, nos concedas, por su intercesión y méritos, que de tal manera perdonemos a nuestros enemigos y consideremos los dolores de tu Pasión, que seamos dignos de la recompensa eterna, que has prometido a los humildes y piadosos. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.


NOVENA


ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Por la señal...

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío: porque sois la Infinita Bondad, os amo, Señor, más que a todas las cosas y más que a mí mismo. Me pesa entrañablemente de haberos ofendido; y por vuestro amor, y porque así lo queréis y me lo mandáis, perdono de todo corazón a todos mis enemigos, para que Vos, Señor, uséis conmigo de perdón y misericordia y olvidéis mis pasadas ofensas. Os ofrezco mi vida, mis obras y mis trabajos en satisfacción de todos mis pecados. Concédeme la gracia de perseverar en vuestro amor y servicio hasta la muerte. Amén.

ORACIÓN INICIAL

Dios y Señor nuestro, que, disponiéndolo todo con admirable providencia, has puesto en tu Iglesia a los Santos para que fuesen un modelo constante de todas las virtudes, y que, llamándolos a tu seno, los has constituido nuestros protectores y abogados: escucha propicio los ruegos de tu sierva Santa Rita, que diste al mundo como ejemplar en los diferentes estados de la vida, y concédenos que todo cuanto nuestra debilidad no puede por sí obtener lo consigamos mediante su poderosa intercesión. Amen.
Rezar la oración del día que corresponda:


ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Dulcísimo y dolorosísimo Jesús, para que todo tu Sacratísimo Cuerpo fuese herido y atormentado por mis culpas, quisiste que
tu santísima Cabeza fuese coronada de espinas, y te dignaste regalar con una de ellas a tu escogida Santa Rita, marcándola con esta señal y señalándola en la frente por Esposa tuya: concédeme, Señor, su intercesión; y por la sangre que, sirviendo de instrumentos las espinas, manó de tu delicadísima Cabeza y corrió por tu bellísimo Rostro, haz que, regándose con ella mi alma, se limpie y purifique de las espinas de tantos pecados como mortalmente la han herido, y así regada y purificada lleve copiosos frutos de buenas obras, señalándolos con la final perseverancia, a la que tienes prometida la vida eterna, en donde te goce y alabe con tu coronada Esposa, mi protectora y abogada, y con todos los coros de Santos y Ángeles que te alaban y bendicen en la gloria por toda la eternidad. Amén.

ANTÍFONA

Te saludo, Rita, Esposa que entre espinas de dolor naciste, vaso y aun Rosa de Cristo, divino amor.
V. Señalaste, Señor, a tu sierva Rita.
R. Con el sello de tu caridad y Pasión.
Señor, Dios nuestro, que concedisteis a Santa Rita la gracia de llevar en su frente la señal de vuestra Pasión y en su corazón la caridad ardentísima del vuestro: otórganos por su intercesión y méritos que amemos a nuestros prójimos, aunque sean enemigos, con perfecta caridad, y contemplemos perpetuamente en la espina de la compunción los dolores intensísimos de vuestra Pasión. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

DÍA PRIMERO

Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.
ORACIÓN
Astro refulgente de la Iglesia, perla engarzada en la corona del cielo agustiniano, gloriosa Santa Rita, cuyo nacimiento fue ya presagio de la futura santidad, celebrada por los ángeles al anunciar a tus cristianos padres la buena nueva de que te darían a luz, y admirada por los hombres al contemplar atónitos el estupendo prodigio de aquel panal de riquísima miel labrado en vuestra boca al entreabrirse a la primera sonrisa de la inocencia: compadécete de tus devotos, y concédenos, en retorno del acendrado amor que te profesamos, la gracia de responder con fidelidad a los divinos llamamientos, para que lleguemos a alcanzar la gloria eterna. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA SEGUNDO

Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.
ORACIÓN
Salve, modelo de perfecta obediencia, heroína de abnegación y sufrimiento; salve, espejo de jóvenes pudorosas, de esposas atribuladas y de madres que saben amar a los hijos de sus entrañas; salve, mujer fuerte, que, comprendiendo ser mejor la obediencia que el sacrificio, renunciaste al voto de virginidad, que tanto te halagaba, para aceptar la Cruz pesadísima del matrimonio, con todas las consecuencias de un esposo cruel, iracundo y dominado por los vicios, a quien, como otra Mónica, lograste amansar y convertir con la elocuencia de tus lágrimas y la eficacia de tu silencio. Apiádate, ¡oh incomparable Santa Rita!, de nuestra loca y desatendida juventud; alivia el peso abrumador de tanta tribulación, de tanta hiel y de tanta amargura como gravita sobre el corazón de las inocentes esposas que, como vos, no tienen otro consuelo que sus lágrimas y su silencio, y conseguidnos a todos resignación en los trabajos y fortaleza en la adversidad para luchar valerosamente hasta alcanzar la eterna bienaventuranza. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA TERCERO

Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.

ORACIÓN

¡Oh insigne Santa Rita, ejemplar acabado de virtudes cristianas, que, habiéndoseos arrebatado violentamente a vuestro marido cuando comenzabais a gustar los frutos de la conversión operada en su alma, merced a la labor constante de dieciocho años de indecibles sufrimientos, no sólo os resignasteis con tan terrible pérdida, sino que interpusisteis vuestro valimiento en favor de los asesinos, y lo que es más, recabasteis del cielo la muerte de vuestros hijos, temerosa de que con el tiempo vengasen la de su querido padre! Haced que con la misma generosidad perdonemos a nuestros enemigos, a fin de que el Señor nos perdone nuestras ofensas. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA CUARTO

Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.

ORACIÓN

¡Oh prodigio de santidad, ilustre Santa Rita, doncella inmaculada, esposa sin igual, madre excelente y viuda intachable! Para enaltecer y santificar con vuestra influencia la perfección de todos los estados de la vida os faltaba realizar el sueño dorado de vuestra infancia: vestir el hábito religioso. ¿ Qué importan los obstáculos y dificultades que puedan presentarse? Vuestras súplicas y vuestras lágrimas lo allanarán todo, y cuando eso no bastase, Dios, que vela por ti como por su hija predilecta, enviará del cielo a tus tres santos abogados, San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolás de Tolentino, quienes te conducirán de la mano, como tres ángeles, a la morada del Señor, por la que tanto suspiras, donde con los brazos abiertos, y dando gracias al Altísimo, serás recibida por las observantes hijas del gran Agustín. Concédenos el don de perseverar en nuestros buenos propósitos, por graves que sean las tentaciones y dificultades que se nos presenten, hasta que lleguemos al fin a contemplarle en la Gloria. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA QUINTO

Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.

ORACION

Esclarecida hija de San Agustín, que, habiendo logrado tus deseos de vestir su santo hábito y ceñir su misteriosa correa, consagrándote totalmente a Dios por los votos religiosos, te dedicaste a acrisolar tus virtudes en el nuevo estado, mereciendo, en premio de tu ciega obediencia, inauditas mortificaciones y continua contemplación de los dolores y afrentas del Redentor; recibir mercedes estupendas, como la de hacer brotar y reverdecer en lo más crudo del invierno fragantes rosas y sabrosos frutos, y, sobre todo, la de sentir clavada en tu frente una de las espinas desprendidas de la corona del Salvador: alcánzanos una perfecta obediencia a los divinos Mandamientos, y la gracia de saber orar y tener siempre presente la Cruz y los padecimientos de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA SEXTO

Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.

ORACIÓN

Por los dolores acerbísimos y el riguroso aislamiento que os proporcionó la irrestañable herida abierta en vuestra frente por el glorioso estigma de la Cruz, consíguenos, ¡oh serafín de Casia!, que sepamos soportar con cristiana resignación el peso de las cruces propias de nuestro estado, y que, como vos, nos gocemos de morir por medio del sufrimiento, crucificados con Cristo Jesús. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA SÉPTIMO

Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.

ORACIÓN

¡Oh prodigiosa Santa Rita, que en el prolongado martirio de tu vida recibiste, junto con las hieles de todas las amarguras y de todos los dolores, el bálsamo de esos consuelos que embriagan y arrebatan el alma, encendiéndola en mayores deseos de padecer por Cristo, para gozar y reinar después con Él! Haz que en nuestras desolaciones y sequedades de espíritu descienda sobre nuestras almas el rocío de los divinos consuelos perseverando sin desmayos en nuestra oración, para que no cejemos un punto en el ejercicio de las prácticas piadosas y en el santo servicio de Dios. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA OCTAVO

Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.

ORACIÓN

¡Oh gloriosísima Santa Rita, cuya muerte, semejante en todo a vuestra vida, fue el espectáculo más tierno y conmovedor que puede presenciarse dentro de los claustros! ¡Qué consejos y qué despedida la vuestra de aquellas hermanas del alma, que, a la vez que envidiaban tu muerte y se felicitaban por tu glorioso tránsito, se deshacían en ríos de lágrimas! ¡ Qué fragancia la que comenzó a despedir la llaga de tu frente! ¡ Qué mirar tan dulce el de tus ojos! ¡Qué suspiros tan tiernos y qué abrazo tan celestial coronaron tu preciosa existencia! Por todas estas maravillas te suplicamos nos concedas la gracia de la perseverancia final y una muerte preciosa ante los ojos del Señor. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.
__________
DÍA NOVENO

Por la señal..., acto de contrición y la oración inicial para todos los días.

ORACIÓN


¡Oh incomparable Santa Rita, que, después de haber enaltecido y santificado con tus heroicas virtudes todos los estados de vida que la mujer puede abrazar en este mundo; de doncella, madre, viuda y religiosa, dejando en todos ellos ejemplos admirables que imitar, inauguraste con tu preciosa muerte el período de estupendos milagros, que te merecieron el título de Abogada de imposibles, por no haber negocio, ni conflicto, ni situación, por ardua y desesperada que parezca, que no tenga fácil y suave resolución acudiendo a ti, de quien con verdad puede decirse que todo lo puedes, porque todo cuanto pides lo consigues de Aquel para quien nada hay imposible! Consíguenos, Santa bendita, en retorno del amor que te profesamos, de las simpatías que por ti sentimos y de la fe y el entusiasmo con que te tributamos el pobre obsequio de esta Novena, la gracia de cumplir honrada y noblemente los deberes de nuestro estado, santificándonos en él y salvándonos por él, mediante los méritos de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Terminar con un Padrenuestro, cuatro Avemarías y la oración final de todos los días.



ROSAS



ORIGEN DE ESTA DEVOCIÓN [1]

Las Rosas de Santa Rita de Casia deben su origen al hecho de que Santa Rita, estando ya gravemente enferma en su convento de Casia y próxima a la muerte fue visitada por una pariente suya quien, al despedirse. juzgando que seria ya la última vez que habría de verla le preguntó si podía servirle en algo, a lo que Rita contestó: quiero que cuando llegues a Roca Porrena vayas al huerto de mi casa, cortes una rosa y me la traigas tan luego la obtengas.
Como era el tiempo de invierno y en aquel año de 1457 se estaba distinguiendo por la intensidad de su crudeza, la mujer creyó que Rita deliraba ya por su enfermedad y juzgando un desatino el encargo de la enferma, regresó a la villa sin acordarse para nada de la rosa; pero pasando junto al huerto de la casa de Rita, bien haya sido por curiosidad o por impulso sobrenatural, entró en él y vio con asombro que de la rama de un rosal medio cubierto por la nieve, pendía una rosa fresca y lozana; loca de alegría, la corta retorna a Casia y entrega a Rita la rosa deseada, que se conservó largo tiempo fresca despidiendo un intenso perfume.
Este hecho originó el que las Religiosas Agustinas de Casia acostumbrasen cubrir con rosas la urna en que yace el cuerpo incorrupto de Santa Rita, especialmente el 22 de mayo, aniversario de su piadosa muerte. Estas rosas eran distribuidas todos los años entre los bienhechores y amigos de Convento, los cuales las conservaban como preciosas reliquias. El Señor, que se complace en honrar a sus santos y en glorificar a sus siervos, quiso que, mediante las rosas que habían adornado el sepulcro de Santa Rita se verificaran curaciones milagrosas. Con este motivo se extendió muy pronto por todas partes la noticia de las rosas de la Santa, como también los muchos y extraordinarios favores, alcanzados por el contacto de estas rosas.

BENDICIÓN DE LAS ROSAS

En la actualidad y desde hace mucho tiempo, se bendicen las rosas solemnemente el 22 de mayo, con las oraciones consignadas en el ritual de la Orden Agustiniana, distribuyéndolas entre los fieles devotos. Son innumerables las gracias y favores obtenidos por intercesión de Santa Rita mediante el uso o contacto de estas rosas benditas. Consta que en el proceso de canonización de la Santa se presentaron muchos enfermos curados, quienes declararon haber recobrado la salud con las rosas de Santa Rita.

FINALIDAD DE ESTA DEVOCIÓN

El Ritual Agustiniano dice que estas rosas se usan para recobrar la salud de las enfermedades y para recibir la ayuda de Dios en cualquier necesidad. Como todos los Sacramentales, tiene la eficacia de la oración de la Iglesia y la de la fe de los fieles que las emplean.

MODO DE USARLAS (más común)

Para conseguir de Santa Rita una gracia, en especial la curación de alguna enfermedad, prepárese un té con los pétalos de las rosas benditas y récese durante nueve días seguidos un Padre Nuestro con Ave María y Gloria, considerando los sufrimientos que padeció Santa Rita durante su vida, en especial los que soportó a través de los quince años que llevó la espina de la Cruz en su frente.
Y a continuación las siguientes preces:
Antífona: Nadie que espera en Dios queda frustrado en sus esperanzas. Nada hay imposible a la fe con la oración.
Creo, Señor, pero auxilia mi fe y enséñame a orar.
Versículo: Señalaste, Señor, a tu sierva Santa Rita.
Responso: Con el sello de tu caridad y pasión.


ORACIÓN

Dios y Señor, que a la bienaventurada Santa Rita te dignaste dar tan abundante, gracia y que, por haberte imitado en el amor a sus enemigos, le concediste llevase en su corazón y en su frente las insignias de tu pasión; te rogamos nos concedas por su intercesión y por sus merecimientos, amar a nuestros enemigos, y con la espina de la compunción y del dolor contemplar los dolores de vuestra santísima Pasión: que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Photobucket